Juan el grande y su centro de buceo
Este verano viaje largo a Malasia, más concretamente a los estados malayos del norte de Borneo, Sabah y Sarawak. No cuento con detalle la experiencia porque este no es un blog de viajes sino de relaciones clientelares. Pero en clave clientes si tengo una experiencia que me apetece compartir. Se podría titular “el modelo de negocio Big John Scuba”.
Antes que nada, situar el lugar: la isla de Mabul en la costa oriental del estado de Sabah, Borneo, Malasia. Un islote de unos 300 metros de diámetro dividido en dos partes: en un lado palmeras y algunos resorts paradisiacos; en el lado opuesto un poblado de casas sobre el agua, montadas sobre vigas de madera clavadas en el arrecife. Este poblado, inicialmente de pescadores, es ahora en lugar donde viven los empleados de los resorts además de algunos centros de buceo low cost, como el de Big John. En la isla hay también una mezquita, una escuela con 17 profesores y unos cuantos puestos de venta de comida y souvenirs, todo en un sitio que se cruza andando en diez minutos.
John Lim (bigjohnlim@hotmail.com; bigjohnscuba1@gmail.com) es obviamente grandote, de origen chino. Antes trabajaba como instructor de buceo, empleado por los resorts caros de la isla. Hace siete años decidió independizarse, montar un negocio propio en la zona de casas del poblado de pescadores. En su centro hay habitaciones para dormir sin ningún lujo, comida excelente (pescado a la parrilla, algo de marisco, pollo, verduras, arroz, unas frutas excepcionales y pasteles con te a media mañana), material de buceo y unas cuantas embarcaciones para salir a bucear con botella o en superficie.
También unos cuantos instructores para dar formación y acompañar en las inmersiones; algunos de ellos no son de la zona, más bien parecen buceadores que (imagino) han ido a pasar unos días y que han llegado a un acuerdo con John para pagar parte de su estancia trabajando. El centro es pequeño y cuando llega la comida, empleados y clientes compartimos un mismo espacio.
Se podría decir que la principal característica de su modelo es difuminar los límites entre clientes y trabajadores. Aquello es como una gran familia en torno al arrecife y John se encarga de tareas que no serían de su ámbito, como buscar fuera de la isla taxis y alojamiento.
John no quiere diversificar. Tal como me contó, “este es mi único trabajo, la única tarea a la que me quiero dedicar”.
Antes que nada, situar el lugar: la isla de Mabul en la costa oriental del estado de Sabah, Borneo, Malasia. Un islote de unos 300 metros de diámetro dividido en dos partes: en un lado palmeras y algunos resorts paradisiacos; en el lado opuesto un poblado de casas sobre el agua, montadas sobre vigas de madera clavadas en el arrecife. Este poblado, inicialmente de pescadores, es ahora en lugar donde viven los empleados de los resorts además de algunos centros de buceo low cost, como el de Big John. En la isla hay también una mezquita, una escuela con 17 profesores y unos cuantos puestos de venta de comida y souvenirs, todo en un sitio que se cruza andando en diez minutos.
John Lim (bigjohnlim@hotmail.com; bigjohnscuba1@gmail.com) es obviamente grandote, de origen chino. Antes trabajaba como instructor de buceo, empleado por los resorts caros de la isla. Hace siete años decidió independizarse, montar un negocio propio en la zona de casas del poblado de pescadores. En su centro hay habitaciones para dormir sin ningún lujo, comida excelente (pescado a la parrilla, algo de marisco, pollo, verduras, arroz, unas frutas excepcionales y pasteles con te a media mañana), material de buceo y unas cuantas embarcaciones para salir a bucear con botella o en superficie.
También unos cuantos instructores para dar formación y acompañar en las inmersiones; algunos de ellos no son de la zona, más bien parecen buceadores que (imagino) han ido a pasar unos días y que han llegado a un acuerdo con John para pagar parte de su estancia trabajando. El centro es pequeño y cuando llega la comida, empleados y clientes compartimos un mismo espacio.
Se podría decir que la principal característica de su modelo es difuminar los límites entre clientes y trabajadores. Aquello es como una gran familia en torno al arrecife y John se encarga de tareas que no serían de su ámbito, como buscar fuera de la isla taxis y alojamiento.
John no quiere diversificar. Tal como me contó, “este es mi único trabajo, la única tarea a la que me quiero dedicar”.
2 comentarios:
Economía colaborativa lo llaman :-)
Que el trabajo se reparte de forma distinta entre los actores es más que evidente de un tiempo a esta parte. Los límites no son claros. Cada vez menos.
Disfruta :-)
Si, las cosas van cambiando aunque a veces no nos demos cuenta.
Lo mismo Julen, que ya te veo que sigues a tope con la bici
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