lunes, octubre 20, 2008

Alemania año 1469


Alemania año 1469, imagino una reunión de impresores discutiendo las posibilidades de la nueva técnica desarrollada por Gutenberg veinte años antes. Discusiones acaloradas sobre tipografías, papeles, prensas, tintas, etc. Fuera el mundo sigue su camino, ajeno a la reunión, incapaz de entender lo que allí se estaba hablando, de intuir que unas generaciones más tarde, todo aquello se extendería por la sociedad, gracias en gran parte a aquellas reuniones de seres extraños. Hoy nadie habla ya de tintas y prensas, solo importan las palabras y las ideas que se difunden a través de ellas.

El viernes pasado estuve en una reunión de “aprendices”; tuve la sensación de estar en Alemania en el año 1469, veinte años después de la aparición de la imprenta.

Artículos en blogs acerca de esta sesión
Petxakutxatarrak - Iñaki Murua
7º Taller - Larri
Duras críticas al taller ;o) - El Agorante Aberrante


PD: La foto no es mia.

2 comentarios:

JJAMLO dijo...

La misma sensación que dices que tuviste cuando asististe a la reunión de "aprendices", es la que me producen la mayor parte de los escritos melífluos en fondo y en estilo de muchos de los blog que pululan por el espacio sideral.
Leo pero no encuentro sustancia digna de contestación, comentario, acuerdo o descuerdo...;la inversión del propio tiempo en un buen ensayo, poesia, novela...etc., escuchando buena música clásica (no cacofonía, gritos, ruidos...), permiten placeres para el espíritu.
Algún día escribirá sobre la "correlación entre "blogerismo versus narcisismo".
Entre los que estabais reunidos no debía estar Gutemberg... ¿O sí?.

Germán Gómez dijo...

El nombre del grupo lo dice todo "Aprendices"; estamos aprendiendo a manejar un nuevo medio de comunicación. Cuando ya esté totalmente extendido solo serán interesantes las ideas transmitidas. Pero por ahora sigue siendo interesante y util que los aprendices se junten para hablar del medio.
Si no encuentras sustancias dignas es que no buscas bien José Julio, porque contenidos hay, infinidad. Aunque la mayoría sean productos exclusivos del narcisismo de sus autores, hay un montón de cosas interesantes. Opino.

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