viernes, septiembre 25, 2015

Animales rumiantes y “despuestas”

Las conversaciones tienen a menudo una “post conversación interna”, todo lo que viene a nuestra mente una vez que la conversación externa ha finalizado. A menudo somos animales rumiantes, que digerimos nuestras conversaciones en dos etapas, recordando lo que la otra persona nos dijo, lo que nosotros dijimos, las emociones que todo ello nos suscitó y las consecuencias de la conversación mantenida. Si la conversación es importante, puede que la tarea de “rumiado” sea larga, hasta en ocasiones casi eterna.

Ayer a la tarde estaba oyendo la radio (Carles Francino en la SER) y hablaban, en una sección de definiciones imposibles, de la “despuesta”, esa respuesta genial que se nos ocurre tarde, cuando la conversación ya ha terminado. Un comentario brillante, que tal vez nos habría ayudado en la conversación y que no surgió porque no nos atrevimos o vino tarde a nuestra mente, cuando el momento ya había pasado.

¿Qué podemos hacer con la “despuesta”?, ¿llamar a la persona o mandarle un email? ¿o guardar para futuras conversaciones?. Mi opinión es que no, lo mejor olvidarla, las conversaciones futuras serán otras, distintas. Las mejores conversaciones son a menudo las menos planificadas, las más imprevistas.

Es difícil dejar de ser un animal rumiante, pero tal vez merezca la pena intentarlo, opino. Se puede conversar sobre ello.

lunes, septiembre 14, 2015

Cómo el diálogo puede transformar tu vida (T. Zeldin)

Este libro cayó en mis manos por Enrique hace ya un tiempo. Ahora, con el verano, lo he releído con más de atención. Escribo esto leyendo mi cuaderno de notas.

Amor en la pareja. La conversación cambia las formas de ver el mundo y los modos de
conversación han evolucionado a lo largo del tiempo. El cine y la literatura nos han mostrado relaciones basadas en el amor inicial, pero la pareja en el tiempo se basa en la capacidad de conversar. Tenemos que crear nuevos modelos que nos ayuden a mejorar nuestros hábitos de conversación; necesitamos un nuevo cine, una nueva literatura.

Familia amplia. Las familias lo son porque son espacios de conversación. Una familia amplia obliga a conversar con cuñados, suegros, primos, ... personas de diferentes edades, niveles sociales, culturas. Comer en familia es algo parecido a un oficio religioso. Las familias que dejan de comer juntas dejan de ser una familia.

Diversidad. Incorporar nuevos invitados a la mesa es añadir nuevos ingredientes a la conversación. También incorporar nuevos alimentos, nuevas formas de prepararlos. Comer siempre lo mismo es una forma de romper la conversación. ¿De qué modo tratamos a las personas que nos desagradan? ¿las integramos o las excluimos?

Pasado y futuro. ¿Qué tipo de conversaciones tenemos? ¿estamos pensando en el pasado o miramos al futuro?

Conversar en el trabajo. Antes decíamos “trabaja más y habla menos” pero eso ahora es inconcebible; cada vez es más importante hablar en el trabajo a pesar de que somos cada vez más especialistas, más expertos en áreas concretas y eso dificulta la conversación. Es necesario equilibrar la especialización, inventar nuevos modos de trabajo, ser generalistas, aprender los lenguajes de personas diferentes. Adaptar la tarea a las personas y no al revés; algo así ya se hizo en el Renacimiento.

Perder el tiempo en la conversación. El tendero de un bazar oriental te invita a tomar un té y no le importa perder el tiempo. Esto puede ser visto como “improductivo” pero no desde un punto de vista social. Lo mismo pasaba en los vagones de tercera clase de los trenes antiguos, donde la gente reía y conversaba mientras en primera clase se parapetaban detrás del periódico (pienso yo que ahora vamos todos en primera). ¿Cómo son nuestros espacios? ¿nos ayudan para la conversación?

Conversaciones en la frontera. Hoy en día es cada vez más necesaria la conversación entre civilizaciones, un nuevo tipo de conversaciones, con el objetivo de emprender y también consciente de la posibilidad de fracaso.

Acabo copiando de modo literal un párrafo:

“La conclusión que extraigo de la historia de la tecnología es que en su conjunto ha conseguido enfrentarse al fracaso de una manera mucho más sensible de lo que hemos hecho en la vida política o privada, quizás porque el fracaso es el problema central para los ingenieros. Saben que es imposible crear una avión que no pueda caerse”

lunes, septiembre 07, 2015

Nuevos talleres de conversación y balance de los pasados

Este mes de septiembre dos propuestas para trabajar sobre el modo como conversamos en general y con los clientes en particular. La primera en Bilbao, “Generación de propuestas innovadoras a través de procesos de conversación con clientes”, de Euskalit con tres sesiones a partir del día 22 (las otras sesiones en octubre y noviembre) y la segunda en Mondragón “Conversaciones eficaces con los clientes” en una única sesión el día 24, organizada por Mondragon Unibertsitatea.

Ya ha pasado un tiempo desde el primer taller de conversaciones con clientes, en junio 2014. Desde entonces cuatro talleres abiertos y tres talleres “in company”, que dan para sacar algunas conclusiones. La que más se repite es la buena valoración de la grabación en video, verse a uno mismo/a para descubrir una parte de nuestro lado oscuro. Es un ejercicio interesante, salir del ser que somos para convertirnos un observador que ve y valora a alguien “ajeno”. Rafael Echeverría habla de que uno de los desafíos de nuestra vida es “descubrir” quienes somos y qué es “realmente” lo que queremos a través de un proceso de “autodescubrimiento” (Ontología del lenguaje, pág.347).

Los talleres son también una experiencia muy positiva porque en cada ocasión surgen nuevas ideas con las que mejorar futuras ediciones. Un ejemplo, trabajar las condiciones de la grabación, con un cliente ficticio al que hay que entrenar para que la conversación sea lo más “real” posible. O valorar positivamente los silencios, momentos para repensar lo que estamos conversando con otros, en el espacio de nuestras conversaciones interiores.

También han sido muy enriquecedores algunas conversaciones mantenidas sobre los talleres con otras personas, como la mantenida con Mangel Manovell sobre, entre otras cosas, la posibilidad de utilizar diferentes tipos de juegos.

Tengo algunas dudas con los formatos de los talleres. Las sesiones de 5 horas en días laborables, utilizadas hasta ahora en los talleres abiertos, se me hacen cortas y difíciles de organizar. Estoy pensando en sesiones más largas de fin de semana. También sobre los importes de la matrícula para estos talleres abiertos (ahora 80 euros para sesiones de 5 horas), sobre todo pensando que en varios casos este tipo de talleres son la puerta de acceso para talleres “in company”

Quedo dispuesto a posibles conversaciones sobre todas estas cuestiones.

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