viernes, noviembre 22, 2013

Experiencias sobre lo nuevo

Ayer estuve en el concierto de Avishai Cohen en la Filarmónica. La vieja sala bilbaína, en la que resuenan los sonidos de tantos músicos que por allí han pasado, vio como colocaban en su escenario unos cuantos altavoces para amplificar el sonido del contrabajo de Avishai, así como del piano, el oboe, el violín, las violas, el violonchelo y la batería de su grupo.

Los altavoces no fueron la única novedad. También lo era la edad media del público; allí estaban muchos de los nietos de los habituales de la veja sala. Todos entregados ante la energía desbordante de un señor que toca el contrabajo, un instrumento de voz grave y pesada, poco acostumbrado a ser protagonista.

Avishai hizo un comentario de respeto a los músicos que actuaron en la Filarmónica. Las fotos en blanco y negro que cuelgan por sus paredes son, como los santos de las iglesias, motivo de oración.

Pero a la vista del resultado final, intuyo que todos los santos estarán felices de que llegara la nueva música a tan venerable lugar.


Dejo aquí una muestra de su particular versión de "Alfonsina y el mar" que anda por la red, y que ayer también nos ofreció.



1 comentario:

miguel dijo...

¡¡¡Que máquina!!!

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