sábado, septiembre 15, 2007

La curiosidad






Esta mañana escucho en la radio una frase atribuida a Albert Einstein: “No tengo talentos especiales, pero sí soy profundamente curioso”.

Es difícil imaginar como uno puede utilizar la curiosidad para llegar a conclusiones tan complejas como las que Einstein obtuvo, pero es muy posible también que la reflexión metódica tampoco le habría llevado a alcanzar estas conclusiones. Para mi mente sus conclusiones son una cuestión “religiosa”.

Esta frase me sugiere una pregunta relacionada con mi trabajo y con el objeto de este blog: ¿para qué hacemos investigación de mercados?. Se me ocurren varios modos de contestar. Uno de ellos, el más directo, consistiría en afirmar que hacemos investigación para saber, para conocer las respuestas. Si no sabemos nuestra posición en el mercado, o que producto es el más interesante para nuestros clientes ... hagamos una investigación y ella nos dará la respuesta, nos marcará el camino. Yo llevo muchos años trabajando en este mundo y he de decir que soy bastante escéptico. Creo que he visto demasiados informes en las estanterías.

Pero también podemos pensar que la investigación es una oportunidad para “curiosear”, para que las personas que tienen que tomar decisiones empresariales tengan oportunidades para encontrarse con estímulos imprevistos que les lleven a dar con elementos de la solución buscada.

Hace un tiempo realicé un test de producto de una nueva cocina. Invité a mi cliente a asistir a los grupos de debate en los que varias personas opinaban sobre las posibilidades y limitaciones de unos nuevos prototipos en fase de diseño. Al acabar el trabajo, y después de presentar un hermoso informe de conclusiones y recomendaciones, el cliente me comentó una idea que le había surgido escuchando a una mujer hablando sobre el modo en que ella limpia la cocina. ¡Esa idea era lo que más valoraba de todo el trabajo realizado¡.

Tengo más ejemplos similares. Por todos ellos creo que Einstein tenía razón cuando afirmaba el valor superior de la curiosidad. Y creo también que, si la investigación es sobre todo una oportunidad para “curiosar”, algo diferente tendremos que hacer.


2 comentarios:

Julen Iturbe-Ormaetxe dijo...

Muchas veces sucede que lo interesante está en el camino y no en el destino final.

Germán Gómez dijo...

Lo curioso Julen es que el fin siempre se nos presenta como la tarea en si. Es como la imposible zanahoria que mueve al burro.

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